La consideración de los riesgos de sostenibilidad recorre todo el proceso de inversión y se analiza, tiene en cuenta y se mapea en consecuencia en cada etapa. La investigación tiene en cuenta el enfoque regional de las posibles inversiones inmobiliarias: el foco de inversión está en el llamado segmento medio de viviendas en las ciudades y áreas metropolitanas de Alemania. Actualmente, esto representa alrededor del 60-70% de la superficie habitable en Alemania, aunque los apartamentos de lujo no forman parte del espectro de inversión. Factores como los requisitos de infraestructura, la necesidad de viviendas asequibles, etc. influyen en el análisis de la ubicación de las ciudades.

La investigación se compara con la demanda del comportamiento inversor de los inversores potenciales. Como parte de la planificación del fondo, se minimizan aún más los riesgos derivados de los efectos adversos de factores exacerbados por el cambio climático. El punto central aquí es la deseada diversificación de la cartera, que también intenta minimizar la influencia de factores ambientales externos. Por lo tanto, después de la fase de inversión, un máximo del 25% de una cartera debe estar en la misma ciudad y nunca más del 40% de las propiedades de inversión en la misma región metropolitana.

A nivel de propiedad, tener en cuenta los riesgos de sostenibilidad comienza con examinar cada terreno o propiedad antes de comprarlo. Esto incluye la integración de los llamados "factores verdes" en la debida diligencia técnica, la debida diligencia legal y la investigación del sitio contaminado: la evaluación técnica de una propiedad incluye el análisis de la estructura del edificio, la eficiencia energética actual y las condiciones locales. de la microubicación respectiva, como la conexión con el transporte público local, la disponibilidad de instalaciones sociales o tiendas para las necesidades diarias. Estos factores dan como resultado un resumen de los resultados en la correspondiente plantilla de adquisición para cada inmueble y la planificación de medidas de inversión en relación con la eficiencia energética y los factores sociales de los inmuebles.

Si se adquiere una propiedad para una cartera existente, después comienza la planificación detallada de la estrategia de desarrollo y las medidas de inversión. La atención se centra aquí en el ahorro de energía, la reducción de costes adicionales y la creación de nuevos espacios habitables. Una estrategia de sostenibilidad individual adaptada a la propiedad incluye el análisis de las necesidades energéticas en el momento de la compra, la planificación de modernizaciones energéticas para mejorar el balance energético de la propiedad hasta un máximo de 200 kWh/m² y una estimación de la reducción de CO² a través de las medidas de inversión planificadas. . También se incluyen en el análisis el diseño de las zonas exteriores a través del verde, la promoción de la movilidad eléctrica y la accesibilidad, así como la mejora de la calidad de vida.

Además del impacto sobre el medio ambiente, las consideraciones sociales desempeñan un papel central en la gestión continua de las propiedades: la carta social se aplica a todas las propiedades. Además, medidas estructurales como la construcción de parques infantiles en las zonas exteriores garantizan una combinación equilibrada de inquilinos. Las propias propiedades se convertirán a “electricidad verde” y todos los nuevos inquilinos recibirán una oferta que les permitirá cambiar a electricidad neutra en CO². Parte de la actual gestión de activos es también la reducción de residuos mediante conceptos de residuos individuales para cada complejo residencial. Si una propiedad se vende nuevamente después de que haya expirado el período de tenencia, la información energética se incluirá en los anuncios de venta. Por lo tanto, los factores de sostenibilidad se tienen en cuenta durante todo el período de tenencia de una propiedad y explícitamente no tienen un impacto negativo en el rendimiento, sino que subrayan la naturaleza a largo plazo de una inversión inmobiliaria y la retención de valor asociada.

Además de la adquisición y la gestión continua de la propiedad respectiva, cada proceso de inversión también se centra en cuestiones posteriores cuyos efectos sostenibles también influyen en la decisión de inversión. Esto incluye una comparación continua objetivo/real de las medidas planificadas, consideración y seguimiento de los riesgos de sostenibilidad en el modelo de negocio, y seguimiento de la implementación procesal de estrategias de sostenibilidad en las unidades operativas en un proceso de inversión que intenta hacer justicia a todos los aspectos de sostenibilidad.